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DOMINGO 2º DE PASCUA28 de abril

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El día de la resurrección, primer día de la semana, por la tarde …

se presentó Jesús, se colocó en medio de ellos y les dijo:  “¡Les traigo la paz!”

( Juan 20, 19-31 )

 

Todos vamos caminando por la vida cargados de incertidumbres y dudas.

Por eso, todos sintonizamos sin dificultad con la reacción de Tomás, cuando los otros discípulos le comunican que, estando él ausente, han tenido una experiencia sorprendente: "Hemos visto al Señor". Tomás podría ser un hombre de nuestros días. Su respuesta es clara: "Si no lo veo... no lo creo".

Su actitud es comprensible. Tomás no dice que sus compañeros están mintiendo o que están engañados. Solo afirma que su testimonio no le basta para adherirse a su fe. Él necesita vivir su propia experiencia. Y Jesús no se lo reprochará en ningún momento.

Nuestras Pequeñas Comunidades pueden ser en nuestra Parroquia un espacio de diálogo donde podemos compartir honestamente las dudas, los interrogantes y búsquedas como creyentes de hoy. No todos vivimos en nuestro interior la misma experiencia. Para crecer en la fe necesitamos el estímulo y el diálogo con otros que comparten nuestra misma inquietud.

Pero nada puede remplazar a la experiencia de un contacto personal con Cristo Jesús resucitado en lo hondo de la propia conciencia. Según el relato evangélico, a los ocho días se presenta de nuevo Jesús. No critica a Tomás sus dudas. Su resistencia a creer revela su honestidad. Jesús le muestra sus heridas.

No son "pruebas" de la resurrección, sino "signos" de su amor y entrega hasta la muerte. Por eso, le invita a profundizar en sus dudas con confianza: "Deja de ser incrédulo y hazte creyente". Tomas renuncia a verificar nada. Ya no siente necesidad de pruebas. Solo sabe que Jesús lo ama y le invita a confiar: "¡Señor mío y Dios mío!".

 

Sergio Pulido Gutiérrez, Mons.

Canónigo Catedral - Párroco en San Luis Beltrán

Comentario a las lecturas del domingo

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«Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia». (Antífona Salmo 117). Nuestro Dios es tan bueno que nos regala dones y bendiciones tales como la vida, la familia, el trabajo, el estudio, etc., todo porque es eterna su misericordia a pesar de nuestra fragilidad, falta de gratitud y de fe. Dios siente con su corazón nuestro sentir como creyentes y por ello debemos dar gracias.

La Pascua es el paso de la misericordia del Señor en nuestras vidas, es el imán que atrae a más personas ante su presencia como lo testifican los primeros cristianos al ver los signos de los Apóstoles que actuaban en el nombre del Señor resucitado, predicaban y sanaban como Jesús lo hacía (ver 1ª lectura.).

La Pascua es dar testimonio de lo que vivió Juan en su visión, quien cayó a los pies del resucitado que le dijo: «No temas: Yo soy el primero y el último, yo soy el que vive. Estaba muerto y, ya ves, vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la muerte y del abismo. Escribe, pues, lo que veas: lo que está sucediendo y lo que ha de suceder más tarde.» (ver 2ª lectura.).

La Pascua es pasar del anochecer de nuestros miedos y puertas cerradas del corazón al acontecer contemplativo de la paz del resucitado; es pasar de la incredulidad a la alegría de sentir la presencia del Señor que obra en el Espíritu Santo. Quien no vive la Pascua es aquel que cierra su fe hasta que no vea para creer como Tomás: «Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo.» Pascua es dejarse elogiar por el Señor: «Dichosos los que crean sin haber visto.» (ver Juan 20,19-31) Reflexionemos: ¿Sentimos la dicha de vivir con alegría la Pascua del Señor que debe cambiar nuestras vidas es ese paso a la paz interior que viene del Resucitado?

José A. Matamoros G. Pbro.

Párroco

SEMANA SANTA 2019!

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II DOMINGO DE PASCUA

Antecedentes

Una devoción especial se comenzó a esparcir por el mundo entero a partir del diario de una joven monja polaca en 1930. El mensaje no es nada nuevo, pero nos recuerda lo que la Iglesia siempre ha enseñado por medio de las Sagradas Escrituras y la tradición: que Dios es misericordioso y que perdona y que nosotros también debemos ser misericordiosos y debemos perdonar. Pero en la devoción a la Divina Misericordia este mensaje toma un enfoque poderoso que llama a las personas a un entendimiento más profundo sobre el Amor ilimitado de Dios y la disponibilidad de este Amor a todos – especialmente a los más pecadores. El mensaje y la devoción a Jesús como la Divina Misericordia esta basada en los escritos de la Santa María Faustina Kowalska, una monja polaca sin educación básica que, en obediencia a su director espiritual, escribió un diario de alrededor de 600 páginas que relatan las revelaciones que ella recibió sobre la Misericordia de Dios. Aún antes de su muerte en 1938 se comenzó a esparcir la devoción a la Divina Misericordia.

El mensaje de Misericordia es que Dios nos Ama – a todos- no importa cuan grande sean nuestras faltas. Él quiere que reconozcamos que Su Misericordia es más grande que nuestros pecados, para que nos acerquemos a Él con confianza, para que recibamos su Misericordia y la dejemos derramar sobre otros. De tal manera de que todos participemos de Su Gozo. Es un mensaje que podemos recordar tan fácilmente como un ABC.

A — Pide su Misericordia. Dios quiere que nos acerquemos a Él por medio de la oración constante, arrepentidos de nuestros pecados y pidiéndole que derrame Su Misericordia sobre nosotros y sobre el mundo entero
B — Sé misericordioso – Dios quiere que recibamos Su Misericordia y que por medio de nosotros se derrame sobre los demás
C — Confía completamente en Jesús – Dios nos deja saber que las gracias de su Misericordia dependen de nuestra confianza. Mientras más confiemos en Jesús, más recibiremos.

La Devoción a la Divina Misericordia

Tener devoción a la Divina Misericordia requiere de una total entrega a Dios como Misericordia. Es una decisión que comprende en confiar completamente en Él, en aceptar su Misericordia con acción de gracias y de ser misericordioso como Él es Misericordioso.

Las prácticas devocionales propuestas en el diario de la Santa Faustina están en completo acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia y su raíz están firmemente en los Mensajes de los Evangelios de nuestro Señor Misericordioso. Estos propiamente comprendidos e implementados nos ayudan a crecer como genuinos seguidores de Cristo.

Corazón Misericordioso

Existen dos versos de las Escrituras que debemos tener en cuenta mientras nos involucramos en estas prácticas devocionales.

1. "Ese pueblo se me ha allegado con su boca, y me han honrado con sus labios mientras que si corazón está lejos de mí." (Is 29:13);

2. Bienaventurados los misericordiosos por que ellos alcanzarán misericordia " (Mt 5:7). Es irónico y hasta espantoso el hecho de que la mayoría de las personas religiosas de los tiempos de Cristo (personas que eran practicantes de su religión y que ansiosamente esperaban la venida del Mesías) no fueron capaces de reconocerlo cuando Él vino.

Los fariseos, a los que Cristo les hablaba en la primera cita del evangelio mencionada anteriormente, eran muy devotos a las oraciones, reglas y rituales de su religión, pero al pasar de los años, estas prácticas externas eran tan importantes por ellas mismas que su verdadero significado se había perdido. Los fariseos efectuaban todos los sacrificios requeridos, decían las oraciones correctas, ayunaban con frecuencia y hablaban constantemente sobre Dios, pero nada de esto había tocado sus corazones. Como resultado no tenían ninguna relación con Dios, ellos no estaban viviendo de la forma que Él quería y no estaban preparados para la venida de Cristo.

Cuando miramos a la imagen de nuestro Salvador Misericordioso, o dejamos lo que estamos haciendo a las tres de la tarde, o rezamos la coronilla de la Divina Misericordia – son estas cosas que nos están llevando más cerca a la verdadera vida sacramental de la Iglesia y dejamos que Cristo transforma nuestros corazones? ¿O solo se han convertido en hábitos religiosos? ¿En nuestras vidas diarias estamos convirtiéndonos más y más en personas de Misericordia? ¿O sólo estamos honrando la Misericordia de Dios con los labios? Viviendo el mensaje de la Misericordia Las prácticas devocionales reveladas a la Santa Faustina nos fueron dadas como "instrumentos de misericordia" por medio de los cuales el amor de Dios es derramado sobre todo el mundo, pero no son suficientes por sí solas. No es suficiente que nosotros colguemos la imagen de la Divina Misericordia en nuestros hogares, que recemos la Coronilla todos los días a las 3 de la tarde, y recibamos la Comunión el domingo después de la pascua. Nosotros debemos mostrarnos misericordiosos con nuestro prójimo. ¡Poner la Misericordia en acción no es una opción de la devoción a la Divina Misericordia sino un requisito!

Nuestro Señor le habla estrictamente de esto a Santa Faustina:

Exijo de ti obras de Misericordia que deben surgir del amor hacia Mí. Debes mostrar misericordia al prójimo siempre y en todas partes. No puedes dejar de hacerlo ni excusarte ni justificarte. (Diario 742).

Así como lo mandan los evangelios "Sean Misericordiosos así como su Padre en el Cielo es Misericordioso, " piden que seamos misericordiosos con nuestro prójimo "siempre y en todo lugar" parece imposible de cumplir pero el Señor asegura que es posible. " Cuando un alma se acerca a Mí con confianza, la colmo con tal abundancia de gracias que ella no puede contenerlas en sí misma, sino que las irradia sobre otras almas. " (Diario 1074)

¿Cómo irradiamos la Misericordia de Dios a nuestro prójimo?

Por medio de nuestras acciones, palabras y oraciones. "En estas tres formas" Él le dice a Sor Faustina " está contenida la plenitud de la misericordia" (Diario 742) Todos hemos sido llamados a practicar estas tres formas de misericordia, pero no todos somos llamados de la misma manera. Tenemos que preguntarle al Señor, quien comprende nuestras personalidades individuales y nuestra situación, que nos ayude a reconocer las diversas formas con que podemos poner en práctica Su Misericordia en nuestras vidas diarias.

Pidiendo la Misericordia de nuestro Señor, confiando en su Misericordia, y viviendo como personas misericordiosas nos podemos asegurar que nunca escucharemos decir "Sus corazones están lejos de mí" sino más bien la hermosa promesa de " Bienaventurados los misericordiosos, ya que ellos obtendrán Misericordia".
Fuente: ewtn.com

Requisitos para celebrar la fiesta:

    • Para celebrar esta Fiesta, deberíamos de comenzar una Novena a la Divina Misericordia, la Novena incluye intenciones especiales para cada día y concluye con la recitación de la coronilla de la Divina Misericordia.
    • Celebración de la fiesta el primer domingo después del Domingo de Pascua,
  • Venir al Señor con un corazón humilde y contrito, arrepentirse de todo pecado.
  • Confiar firmemente en la Divina Misericordia del Señor.
  • Confesarse (con un sacerdote) en ese día si es posible, de otra manera siete días antes o después según aprobación de la Iglesia.
  • Recibir la Sagrada Eucaristía el día de la Fiesta..
  • Venerar la imagen de la Divina Misericordia.
  • Ser misericordioso como Dios es misericordioso, practicar obras de misericordia, físicamente ayudando a otros o espiritualmente con oraciones de intercesión.

Palabras del Santo Padre Francisco

"La misericordia cambia el mundo, hace al mundo menos frío y más justo. El rostro de Dios es el rostro de la misericordia, que siempre tiene paciencia. [...] Dios nunca se cansa de perdonarnos. El problema es que nosotros nos cansamos de pedirle perdón. ¡No nos cansemos nunca! Él es el padre amoroso que siempre perdona, que tiene misericordia con todos nosotros"

Palabras del Santo Padre Juan Pablo II

"Yo le doy gracias a la Divina Providencia porque he podido contribuir personalmente al
cumplimiento de la Voluntad de Cristo, a través de la institución de la Fiesta de la Divina Misericordia. Yo rezo incesantemente para que Dios tenga misericordia de nosotros y del mundo entero."

Santo Padre Juan Pablo II ( 7/6/97 )
Santuario de la Divina Misericordia, Cracow, Polonia.

Palabras del Cardenal Macharski, Arzobispo de Cracow

En su carta pastoral de la Cuaresma en 1985, el Cardenal Macharski señala que toda la Cuaresma debería de ser una preparación para la celebración del Misterio Pascual: Cristo crucificado y resucitado, quien es la misericordia encarnada. Este gran misterio de nuestra redención, el cual el Cardenal llama: "un acto del amor misericordioso de Dios," es celebrado no solamente durante la Semana Santa y en el Domingo de Pascua, pero a través de la temporada de la Cuaresma, y especialmente en la Día Octavo de Pascua, que Nuestro Señor le pidió a la Hermana Faustina para que se designase como la Fiesta de la Divina Misericordia.

El Cardenal Macharski nos urge a usar la Cuaresma para prepararnos para esta gran fiesta, poniendo mas y mas confianza en la misericordia de Dios y poniendo la misericordia a la práctica a través de obras de misericordia.

El también enfatiza la importancia de recibir el Sacramento de la Reconciliación durante la Cuaresma y pide que hagamos nuestra confesión antes del Domingo de la Misericordia, aun antes de la Semana Santa.

Para aquellos que sienten que tienen que ir a la confesión el Domingo de la misericordia, seria muy bueno que siguiesen no solo este llamado del Cardenal Macharski, sino también el ejemplo de la Beata Faustina, quien hizo su confesión el Domingo antes de la Fiesta de la Misericordia. (Diario, 1072).

Las entradas del diario al referirse a las palabras de Nuestro Señor con respecto a la confesión no dicen explícitamente que la confesión debe de recibirse ese mismo día, pero que la Sagrada Comunión tiene que recibirse en ese día. (Diario, 300, 699, 1109).

Domingo de la Divina Misericordia en el Vaticano

El Cardenal Angelini Fiorenzo celebró la Fiesta de la Divina Misericordia el Domingo 11 de Abril de 1999 por primera vez en la Basílica de San Pedro en Roma. Una gran multitud de devotos de la Divina Misericordia acudieron a las ceremonias.

Divina Misericordia en todo el mundo

Muchas Diócesis y parroquias celebran el Domingo de la Divina Misericordia de diferentes maneras. Algunas tienen una misa durante la hora de las tres de la tarde, "hora de la Misericordia"; otras tienen una Santa Hora de Adoración Eucarística, la cual generalmente incluye la recitación de la coronilla de la Divina Misericordia.

La bendición de la imagen de Nuestro Señor Misericordioso y su veneración son con normalmente incluidas como parte de la la Misa o de la Hora Santa.

Informen a su sacerdote de esta fiesta tan importante y compartan con el la devoción de la Divina Misericordia.

Celebración personal de la Divina Misericordia

Si tu no puedes atender una celebración organizada, hay muchas formas de celebrar personalmente, tal como rezar la Coronilla de la Divina Misericordia, leer las Sagradas Escrituras o leer selecciones del Diario de la Beata Hermana Faustina (Divina Misericordia en mi alma), especialmente textos referentes a la Fiesta. Algunos encuentran que es gran ayuda escuchar cassettes de enseñanzas e himnos sobre la Divina Misericordia. Otros miran vídeos sobre el mensaje de la Divina Misericordia y la vida de la Hermana Faustina. Ademas de esto deberíamos encontrar oportunidades para actos personales de misericordia.

Propagación la Devoción a la Divina Misericordia

Jesús le dijo a la Hermana Faustina: " Haz lo que esté en tu poder para propagar la Devoción a mi
Misericordia y yo supliré cualquier cosa que te falte."

Propaguemos esta devoción a través de folletos, diciéndole a otros acerca de ella, diciéndole al sacerdote local que celebre el Domingo de Misericordia en la parroquia, y por encima de todo siendo misericordioso con los demás para honrar la Misericordia de Dios.

#Noticia - Conciertos Cristo Rey – Ciclo: Grandes Organistas Españoles

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En una alianza con la Acción Cultural Española AC/E, la Parroquia Cristo Rey ofrecerá en mayo y junio, una trilogía de conciertos, en los que participarán algunos de los organistas más importantes de España.

La primera presentación será el próximo 11 de mayo a las 4:00 p.m. en el templo parroquial. La entrada es libre hasta completar aforo.

El organista invitado es Juan De La Rubia (Organista Titular de la Basílica de la Sagrada Familia de Barcelona), reconocido por ser profesor en la Escuela Superior de Música de Cataluña y miembro de la Reial Acadèmia Catalana de Belles Arts de Sant Jordi. Fue nominado a un Premio Grammy en 2018 y recibió la distinción de “Melómano de Oro”, como “un trabajo que es toda una revelación” (Alejo Palau, julio 2016).

Dentro del repertorio musical, el organista interpretará un atractivo programa con obras de Araujo, Bach, Mendelssohn y Widor.

Para su presentación, Juan De La Rubia tendrá a su disposición el órgano virtual que adquirió recientemente la Parroquia Cristo Rey, como complemento de las actividades culturales que realiza de manera habitual, las cuales la posicionan como líder en la capital del país al permitir que el templo, además de su razón de ser como recinto religioso, sea un espacio con orientación cultural en el ámbito de la música clásica.

La continuidad de la serie de tres conciertos será el 25 de mayo y culminará el 15 de junio, y se realizarán de la misma forma a las 4:00 p.m. en el templo parroquial. Los asistentes, además de la presentación de De La Rubia, también podrán presenciar las interpretaciones de Mar Vaqué y Arturo Barba.

Papa Francisco propone estos cuatro consejos a jóvenes para permanecer cerca de Jesús

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El Papa Francisco recibió este 25 de abril a jóvenes de la diócesis francesa Aire et Dax en la Sala del Consistorio del Vaticano a quienes animó a permanecer cerca de Jesucristo a pesar de “la dolorosa y compleja cuestión de los abusos cometidos por los miembros de la Iglesia”.

“Los animo a permanecer unidos al Señor Jesús a través de la escucha de la Palabra, la práctica sacramental, la vida fraterna y el servicio a los demás”, aconsejó a los jóvenes el Santo Padre.

En esta línea, el Pontífice advirtió que “numerosas personas piensan que hoy es más difícil llamarse cristianos y vivir la fe en Cristo. Y ustedes seguramente experimentan estas dificultades, que en ocasiones se convierten en pruebas”.

Por este motivo, el Papa Francisco citó la Exhortación Apostólica Christus Vivit (Cristo Vive) para alentar a los jóvenes a aprovechar esta peregrinación en Roma y “redescubrir que la Iglesia, de la que son miembros, camina desde hace dos mil años, compartiendo las alegrías y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres. Y camina así como es, sin recurrir a ninguna cirugía estética”.

En esta línea, el Santo Padre dijo que “el contexto actual no es fácil, a causa de la dolorosa y compleja cuestión de los abusos cometidos por miembros de la Iglesia. Sin embargo, quisiera repetirles que hoy no es más difícil que en otras épocas de la Iglesia: es solamente diferente”, destacó.

“Mirándolos reconozco la obra del Señor Jesús que no abandona a su Iglesia y que, gracias a su juventud, a su entusiasmo y a sus talentos que les ha confiado, le permite renovarse y rejuvenecer en las diversas etapas de su larga historia”, aseguró el Papa.

Por ello, el Pontífice animó a los jóvenes a dejarse “transformar y renovar por el Espíritu Santo para llevar a Cristo a todos los ambientes y dar testimonio de la alegría y de la juventud del Evangelio”. Y, siguiendo el ejemplo de San Vicente de Paúl, un Landés como ellos, “hacer visible el amor con el que Dios les ha llenado, amando con la fuerza de sus brazos y el sudor de su frente".

En este sentido, Francisco exhortó a los jóvenes a ser “constructores de puentes entre las personas, intentando hacer crecer una cultura del encuentro y del diálogo, para contribuir a alcanzar una auténtica fraternidad humana”.

“Con su atención a los pequeños y a los pobres, pueden encender estrellas en la noche de aquellos que, en distintos modos, están en dificultad. Pueden manifestar, con sus gestos y sus palabras que ‘Dios es siempre novedad’, y que nos conduce a donde está la humanidad más herida y a donde los seres humanos, bajo la apariencia de superficialidad y del conformismo, continúan buscando la respuesta a la pregunta sobre el sentido de la vida”, señaló.

Al finalizar, el Papa exclamó: “Cuento con ustedes. La Iglesia necesita de su impulso, de sus intuiciones y de su fe”, concluyó.

Oración Oficial

 

Dios, Padre rico en misericordia, que concediste a tu Siervo Ismael Perdomo, obispo, un entrañable amor a la Virgen María y las más admirables virtudes de fe, fortaleza, amor a los pobres, humilde abnegación, heroica paciencia y celo por la paz, concédenos por sus méritos la gracia que hoy solicitamos de tu infinita bondad (se hace la petición) para que así, seguros de su intercesión en el cielo, lo veamos prontamente entre el número de los santos.  Amén.

 

Padre nuestro, Avemaría, Gloria.

 

 

De conformidad con los decretos del papa Urbano VIII, declaramos que en nada se pretende prevenir el juicio de la Autoridad Eclesiástica y que esta oración no tiene finalidad alguna de culto público.

 

 

 

 

Las personas interesadas en obtener mayores informaciones, o que hayan recibido gracias por su intercesión pueden dirigirse a la Cancillería en la Curia Arzobispal – Carrera 7ª No. 10-20 Bogotá o escribir al correo siervodediosismael@arquibogota.org.co

#Formación - Nueva preparación para el sacramento de la confirmación

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Confirmaciones

Destinatarios: Jóvenes y adultos a partir de los 16 años de edad

Encuentros de preparación: Todos los jueves de mayo y junio de 7:00 p.m. a 8:00 p.m. 

Fecha de inicio: Jueves 2 de mayo 

Lugar de encuentro: Sacristía de la Parroquia 

Fecha de la celebración del sacramento de la confirmación: Primera semana de julio

Costo: NO tiene ningún costo 

IMPORTANTE: Los interesados deben presentarse al primer encuentro el 2 de mayo en el cual se hará la inscripción 

Requisito único: Presentar la partida de bautismo en el mes de mayo

 

¡Te esperamos!

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#Evangelio - La comunidad de discípulos asume la misión de Jesús

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En el texto del evangelio de la misa de este domingo (Juan 20, 19-31) se narran dos escenas de aparición del Resucitado a las que sigue la conclusión del relato evangélico que hace el mismo evangelista. Las apariciones del Resucitado tienen por finalidad revelar que en el seno de la comunidad cristiana se experimenta la presencia salvífica de Jesús.

Las diferentes escenas de apariciones del Resucitado tienen tres partes: una situación de duda o de no-fe de los discípulos, abre el breve relato; sigue la manifestación del Resucitado que se deja ver y que ofrece una palabra para el reconocimiento por parte de los discípulos; la escena concluye con el envío para la misión.

El motivo central de la primera escena de aparición del Resucitado en el evangelio de este domingo es la donación del Espíritu que Jesús, vencedor de la muerte, hace a sus discípulos a fin de que ellos continúen la misión que el Padre le encomendó a él. La donación del Espíritu viene a ser la continuación narrativa de los textos leídos en la celebración del Triduo pascual; el viernes santo en la lectura de la pasión según San Juan Jesús declaraba desde la cruz «Todo está cumplido» y enseguida el narrador advertía que Jesús «entregó el Espíritu». La donación del Espíritu a los discípulos es para la misión: «Así como el Padre me envió, los envío yo a ustedes».  

A lo largo de la primera parte del evangelio según San Juan, Jesús ha sido presentado primordialmente como el ‘Envidado’ del Padre (ver 3, 31-34; 5, 30; 7, 17; 8, 16; etc.), ahora el Enviado, muerto y resucitado, envía a sus discípulos. El Envidado envía. La presencia viva del Resucitado en la comunidad de sus discípulos tiene por finalidad continuar la misma misión de Jesús.

En la segunda escena del evangelio de la Misa de hoy tenemos la situación de los discípulos misioneros enviados por el Resucitado y la constitución de un nuevo creyente. La situación inicial de no-fe descansa en Tomás, uno de los Doce, por ello las palabras y gestos del Resucitado se dirigen a él. Jesús invita a Tomás a reaccionar como un creyente: «No seas incrédulo, sino creyente».

Tomás responde reconociendo que Jesús es Señor y Dios; aquí el adjetivo ‘mío’ ‒Señor mío, Dios mío‒ está indicando que el discípulo se apersona de la fe, que asume su confesión como algo personal y no simplemente de oídas.

En este contexto Jesús reafirma lo que ha expresado varias veces durante su predicación: que para llegar a ser creyente es necesario haber visto, así, por ejemplo, al funcionario real en Galilea: “¡Si no ven signos, no creerán jamás!” (Juan 4, 48).

Finalmente, en la conclusión del evangelio de la misa de hoy, el autor explica que ahora, cuando no tenemos la posibilidad de ver el cuerpo histórico, físico, de Jesús, los hombres llegan a la fe a partir de la Escritura, de modo que, si antes de la Pascua el camino para llegar a ser creyente fue ver para creer, en el tiempo de la Iglesia está siendo leer para creer.