Al despertar al nuevo día que nos concedes, iniciamos nuestras labores cotidianas y lo hacemos en la alegría de cumplir tu voluntad. Perdónanos las ocasiones en que somos como los fariseos y no cumplimos tu palabra que nos invita a hacer el bien y servir de corazón.
Haz que comprendamos que el camino de la búsqueda de perfección y la prepotencia de quien se cree mejor y por encima de los demás no nos sirve y que el verdadero camino es el que nos señalas. Ayúdanos a comprender que practicar el amor no nos lleva a puestos de honor ni a santidades aparentes y vacías ni a ser deshonestos ni a dominar o humillar desde cualquier poder sobre otros que tengamos. Practicar tu amor pasa por hacer el bien, curando nuestras debilidades y tratando de ocuparnos también del hermano que nos necesite. Danos sabiduría para recordar a cada instante, la respuesta de nuestro salmo: «Tú, Señor, pagas a cada uno según sus obras».
Ayúdanos y danos la gracia de ser como santa Teresa, nacida en Ávila en 1515, quien amó la lectura y tenía un temperamento exuberante y jovial con una constante tendencia a la vida interior y activa; guiada por Dios en coloquios íntimos y por san Juan de la cruz reformó su orden y fundó quince monasterios carmelitas en España; fue una gran mística que, aunque enferma, tuvo mucha actividad práctica y organizativa; fecunda escritora de sus experiencias místicas. Sus escritos son un modelo a seguir. Murió en Alba de Tormes en 1582.
Que como santa Teresa tengamos también en cuenta la respuesta del salmo 61; que seamos generosos y serviciales a nuestros hermanos a ejemplo su, porque ella fue generosa en entrega y disponibilidad a Ti. Y que nuestra oración sea también la de ella: “Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa, Dios no se muda. La paciencia, todo lo alcanza; quien a Dios tiene nada le falta: sólo Dios basta”.
A Ti, te bendecimos y te glorificamos. Te damos gracias Señor. Un muy feliz y santificado miércoles
PALABRAS DE LOS PAPAS
En el pasaje de hoy, amonesta a los escribas y fariseos, que en la comunidad desempeñaban el papel de maestros, porque su conducta estaba abiertamente en contraste con la enseñanza que proponían a los demás con rigor. Jesús subraya que ellos «dicen, pero no hacen» (Mt 23, 3); más aún, «lían fardos pesados y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar» (Mt 23, 4). Es necesario acoger la buena doctrina, pero se corre el riesgo de desmentirla con una conducta incoherente. Por esto Jesús dice: «Haced y cumplid todo lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen» (Mt 23, 3). La actitud de Jesús es exactamente la opuesta: él es el primero en practicar el mandamiento del amor, que enseña a todos, y puede decir que es un peso ligero y suave precisamente porque nos ayuda a llevarlo juntamente con él. (Papa Benedicto XVI – Ángelus, 30 de octubre de 2011)
ORACIÓN
Señor, al iniciar este nuevo día, quiero presentarte mi corazón para que lo examines y lo purifiques de toda hipocresía y orgullo. No permitas que me acostumbre a cumplir solo con lo externo, olvidando el amor, la justicia y la misericordia que son el alma de tu Ley. Amén.
Reflexión del Evangelio fue escrita por Paola Treviño, consagrada del Regnum Christi.
Jesús nos invita a vivir desde dentro. Hoy vuelve a reprender a los fariseos y a los doctores de la ley porque viven de reglas externas. Les invito a que hagamos un chequeo del corazón: ¿Mis acciones externas reflejan lo que hay dentro de mi corazón? ¿Actúo por convicción personal o por el qué dirán, por costumbre, por rutina?
No vayamos reflejando la imagen de alguien más, seamos auténticos y vayamos por el mundo dejando nuestra propia huella. No vayamos buscando los puntitos negros, sino vayamos viendo lo blanco, lo positivo, lo bueno, lo bello; y, sobre todo, vivamos desde dentro, de lo bueno, de lo bello y seamos esa imagen de Dios, seamos ese reflejo del amor de Dios, seamos ese reflejo de lo que hay dentro.
Pulamos ese corazón para vivir desde dentro, siendo el reflejo de Dios. Te propongo hacer y decir aquello que mi corazón me dicte.
Pregunta:
¿He caído en la tentación de aparentar una fe perfecta, olvidando la sinceridad interior?
Cita bíblica del día.
«Lo que Dios quiere de ti es practicar la justicia, amar la misericordia y caminar humildemente con tu Dios» (Miqueas 6, 8).
